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Carrara, C. (2023). La vacuna contra el SARS-CoV-2 podría prevenir el síndrome de COVID prolongado. Evidencia - Actualizacion En La práctica Ambulatoria, 26(2), e007065. https://doi.org/10.51987/evidencia.v26i3.7065

Comentado de:

Byambasuren O, Stehlik P, Clark J, et al. BMJ Med. 2023 Feb 1;2(1):e000385. doi: 10.1136/bmjmed-2022-000385. PMID: 36936268 1

Objetivo

Determinar el efecto de la vacunación contra el SARS-CoV-2, administrada antes y después de una infección aguda por este virus o después de un diagnóstico de COVID prolongado, sobre las tasas de incidencia y la presencia de síntomas de esta entidad.

Diseño

Revisión sistemática.

Fuentes de datos

Fueron consultadas las bases de datos PubMed, Embase y ensayos clínicos COVID-19 de Cochrane para estudios publicados, y Europe PubMed Central para preimpresiones, entre enero de 2020 y agosto de 2022. Además los autores revisaron las listas de referencias de los estudios incluidos y realizaron búsquedas en los registros de ensayos clínicos ClinicalTrials.gov y la plataforma ICTRP de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Selección de estudios

Fueron elegibles los ensayos clínicos, cohortes y casos y controles que informaran sobre pacientes con COVID prolongado y síntomas de COVID prolongado, con vacunación antes y después de la infección por el virus SARS-CoV-2, o después del diagnóstico de COVID prolongado. El riesgo de sesgo fue evaluado con la herramienta ROBINS-I en forma independiente por dos autores de la revisión.

Resultados

Los síntomas más comunes de COVID prolongado estudiados fueron fatiga, tos, pérdida del olfato y/o del gusto, dificultad para respirar, cefalea, mialgias, insomnio, dificultad para concentrarse, preocupación o ansiedad y pérdida de memoria o confusión. Un total de 12 estudios reportaron datos sobre la vacunación previa a la infección por el virus SARS-CoV-2, de los cuales diez mostraron una reducción significativa en la incidencia de COVID prolongado (ver Table 1). Cinco estudios informaron sobre la vacunación después de la infección (ver Table 1). Los autores no realizaron meta-análisis debido a la alta heterogeneidad observada.

Los estudios primarios no lograron realizar ajustes por posibles factores de confusión, como otros comportamientos de protección y datos faltantes, lo que aumentó el riesgo de sesgo y disminuyó la certeza de la evidencia, que fue considerada baja.

Dosis de vacuna contra el SARS-CoV-2 Estudios (participantes) Odds Ratio, rango
Una dosis antes de la infección 5 (315.914) 0,22 a 1,03
Dos dosis antes de la infección 8 (157.266) 0,25 a 1
Tres dosis antes de la infección 1 (18.958) 0,16*
Cualquier dosis antes de la infección 5 (303.342) 0,48 a 1,01
Vacunación después de la infección 5 (268.043) 0,38 a 0,91
Table 1.Efecto de la vacunación sobre la incidencia de COVID prolongado. Nota: * Intervalo de confianza del 95% 0,03 a 0,85.

Conclusiones

Los estudios actuales sugieren que las vacunas contra el SARS-CoV-2 podrían tener efectos protectores y terapéuticos sobre el COVID prolongado. Sin embargo, se necesitan estudios y ensayos observacionales comparativos más sólidos para determinar la eficacia de las vacunas en la prevención y el tratamiento de este síndrome.

Fuente de financiamiento / Conflicto de interés de los autores

En sus declaraciones de conflictos de interés los autores reportaron no haber recibido subvenciones específicas para esta investigación de cualquier agencia de financiamiento en los sectores público, comercial o sin fines de lucro, ni tuvieron relaciones con organizaciones u otras actividades que pudieran haber influenciado este trabajo.

Comentario

El COVID-19 persistente o prolongado, también denominado por la OMS como condición pos- COVID-192, es un trastorno multiorgánico complejo con signos y síntomas que se desarrollan durante o después de una infección compatible con el COVID‑19, continúan durante más de 12 semanas y no se explican por un diagnóstico alternativo. Incluye tanto el COVID-19 sintomático en curso (de cuatro a 12 semanas) como el síndrome pos-COVID-19 (12 semanas o más) que afecta a aquellos pacientes que han padecido la enfermedad (con diagnóstico confirmado por pruebas de laboratorio o no), cualquiera haya sido su gravedad. Por lo general, se presenta con grupos de síntomas, a menudo superpuestos, que pueden fluctuar y cambiar con el tiempo. Los síntomas pueden incluir fatiga, dificultad para respirar, dolor torácico, dolor articular, trastornos del sueño, depresión, ansiedad y deterioro cognitivo, entre otros3, 4, 5. Su incidencia es de aproximadamente el 10% entre las personas con COVID-193.

El artículo resumido se centra en el efecto de la vacunación contra el SARS-CoV-2 en pacientes con COVID prolongado1. Sus autores no pudieron realizar síntesis cuantitativas (meta-análisis) de los resultados debido a la gran heterogeneidad entre los estudios y a la falta de datos sobre los tipos de vacunas, el tiempo entre la exposición y la enfermedad y las variantes del virus. Sin embargo, los resultados de los estudios individuales mostraron una tendencia a la disminución de la incidencia de COVID prolongado, con distintas estimaciones según el esquema aplicado y el momento con respecto a la infección.

Una de las limitaciones de este estudio1 fue la definición de los diagnósticos de COVID prolongado en los estudios incluidos, dado que la mayoría estableció un diagnóstico basado en la duración de los síntomas informados por los participantes o en datos de medios electrónicos o registros de salud, en lugar de profesionales de la salud, como estaba previsto en el protocolo de la revisión. Los estudios primarios también usaron diferentes tiempos de corte para definir el COVID prolongado. Aunque en la actualidad existe un consenso de la OMS en la definición de COVID prolongado6, tal vez su desconocimiento por parte de los profesionales de la salud podría estar dificultando el diagnóstico de esta entidad y, por lo tanto, la disponibilidad de datos del mundo real.

Otra revisión sistemática realizada por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UK Health Security Agency) determinó que, entre las personas que tienen síntomas persistentes después del COVID-19 agudo, la vacunación se asoció con una mayor probabilidad de mejoría de los síntomas en comparación con la no vacunación. Sin embargo, para la mayoría de las personas los síntomas permanecieron sin cambios, independientemente de la vacunación7. Según la guía del Instituto Nacional para la Excelencia de la Salud y el Cuidado (NICE, por sus iniciales en inglés) del mismo país sobre el manejo de pacientes con COVID-19 prolongado, la evidencia observacional y la opinión de expertos sobre la seguridad y el beneficio de las vacunas contra el SARS-CoV-2 en el contexto de los efectos a largo plazo del COVID-19 no fueron concluyentes para los desenlaces vinculados con la duración y la modificación de los síntomas, la calidad de vida y la salud mental. El panel de expertos acordó que los hallazgos no podían justificar una recomendación a favor de la vacunación contra el COVID-19 para tratar de prevenir sus efectos, ni una recomendación en contra de esta intervención ante la ausencia de evidencia de daño5.

Conclusiones de la comentadora

La vacuna contra el SARS-Cov-2 ha cambiado el curso de la infección aguda por este agente viral. Si bien los resultados son prometedores en cuanto a sus efectos sobre el COVID prolongado, aún es necesaria la estandarización y la validación de las medidas de resultado para obtener evidencia concluyente.

Citas

  1. Byambasuren O, Stehlik P, Clark J, Effect of covid-19 vaccination on long covid: systematic review. BMJ Med. 2023; 2(1):385-385. PubMed
  2. World Health Organization. Post COVID-19 condition. 2021.
  3. Milione H, Zylberman M, Valentini R, Recomendación práctica para la atención al paciente con long COVID/COVID persistente. Sociedad Argentina Medicina. 2021.
  4. Carrara C, Persistencia de síntomas en pacientes con COVID-19. Comentado de: Carfi A, Against COVID-19 Post-Acute Care Study Group. Persistent Symptoms in Patients After Acute COVID-19. JAMA. 2020 Jul 9;e2012603. PMID: 32644129. Evid Actual Pract Ambul. 2020; 23(3):e002083.
  5. National Institute for Health and Care Excellence (NICE), Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN) and Royal College of General Practitioners (RCGP). COVID-19 rapid guideline: managing the longterm effects of COVID-19. 2022.
  6. World Health Organization. A clinical case definition of post COVID-19 condition by a Delphi consensus, 6 October 2021. 2021.
  7. Harrison S, Walters B , Simmons Z , The effectiveness of vaccination against long COVID: A rapid evidence briefing. UK Health Security Agency. 2022.

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